Me ha vuelto a pasar. He tenido otra vez esa sensación de que lo mejor que tiene la novela es la ambientación y la caracterización de los personajes y escenario, por encima del argumento.
Está lejos de los méritos que me sorprendieron cuando cayó en mis manos El padrino; sí, viene de una novela la fantástica película y el autor trabajó en el guión y sí, se trata de una novela que recuerdo con cariño, porque me resultó entretenida y con un gran argumento.
Sin embargo, en esta novela, ambientada en los años de exilio de Michael Corleone en la Sicilia natal de su padre, no ha conseguido interesarme por la acción salvo en su parte final y los cambios temporales y de personaje solo han servido para desorientarme.
Por medio, la historia de dos bandidos decididos a ayudar a la gente combatiendo al gobierno y por tanto a la Mafia, que ahí llamaban los "amigos de amigos". Así los protagonistas de la novela son Turi Giuliano y Aspanu Piscicotta, personajes reales novelados, a los que conocemos desde que empiezan sus actos delictivos hasta su final. A los que debo decir que no he tomado demasiada simpatía, ni a sus familias. (Vale que estemos en Sicilia rodeados de mafiosos, pero la actitud de la familia considerando algo MUY normal que su hijo se haga bandido y que mate carabinieri de vez en cuando, me parece cuanto menos peculiar.)
De todas formas, no puede decirse que haya perdido el tiempo, ya que en el fondo me ha entretenido y me ha enseñado como funcionaban las cosas en Sicilia después de la segunda guerra mundial. Un lugar que realmente gobernaban los "amigos de amigos" e imperaba la ley de la omertá, que como ya he dicho al principio, es lo mejor de la novela.
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